Días de estar en familia, comer como si no hubiera mañana y sobre todo, días de regalar. Y parece que Papá Noel y Los Reyes Magos se están luciendo, porque están dejando las tiendas secas.
Por ello, en esta época del año, hay que darle mucha importancia a los escaparates, porque ahí comienza el espectáculo.
Aquí van dos escaparates muy distintos, pero que les une un mismo entorno.
Nosotras en eso no fallamos.
Dejando atrás las luces de colorines y el típico Papá Noel con la campanita y la zambomba, Nos hemos centrado un poco en lo que viene siendo la esencia de la navidad, transmitir la calidez del hogar, esos días de estar encerrado en casa disfrutando con tus seres queridos. Con un estilo mas rústico y campestre, como si de una cabaña de madera en medio de los alpes se tratase.
Para el primer escaparate hemos decorado una mesa, en tonos plateados y color champán, al que le hemos añadido piñas y ramas secas que hemos pintado al tono, formando una mesa digna de noche buena.
Y no podían faltar nuestras coronas, que como veis, quedan bien en cualquier sitio, no solo en la puerta.
El segundo escaparate, del mismo estilo, pero combinando los tonos rojos y beig con la madera, que queda genial. Eso si, aquí no hay Papá Noel pero si muchos renos.
!Esperamos que os haya gustado!
¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!
